Manuel Arróyave Ramírez nació el 23 octubre de 1925 en el histórico barrio de Tacubaya de la Ciudad de México, hijo de don José María Arróyave e Isabel Ramírez, pilares de una familia de altos valores cristianos.
El 6° año de primaria, en el Colegio Simón Bolívar, fue trascendental en su vida, ya que fue cuando estableció el primer contacto con los hermanos de la Escuelas Cristianas, en donde encontró la acogida de su tutor, el Hno. Rafael Chávez, y a quien sería su primer director vocacional, el Hno. Luis Lozano.
Fue ahí donde conoció a maestros que le dejaron una huella indeleble en el corazón, como el hermano José Elcoro, su director en el noviciado menor, y a otros hermanos, como César Rangel, que en sus propias palabras lo reconoce como su Ángel de la guarda
De espíritu inquieto e intelecto vivaz, supo encontrar en la vocación docente el cauce para sus inquietudes tanto intelectuales como de servicio educativo, al que ha consagrado toda su vida. Por ello, a mediados de los años cincuenta, poco después de haber realizado los votos perpetuos, concluyó su formación normalista superior en el área de Matemáticas, y años más tarde, en la Universidad Nacional Autónoma de México, la licenciatura en Historia; Las ciencias y las humanidades han sido los ejes de su crecimiento profesional.
Su indudable vocación magisterial y su probada inclinación al servicio de niños y jóvenes, siempre fiel a los principios lasalianos, le propiciaron una carrera dentro de diversas obras educativas.
Inició en 1946 como profesor en el Colegio Benavente, en la ciudad de Puebla, y desempeñó el cargo de inspector en el Colegio Cristóbal Colón de la Villa, en 1956, colegio del que fue director hasta 1963.
Su ingreso en la Universidad La Salle, como director de la Preparatoria, se dio en 1967, difícil época vivida en el país en que, sin embargo, logró consolidar el prestigio y el reconocimiento sociales de la Preparatoria de la ULSA, a un lustro de su fundación.
En 1972 fue designado visitador, función que le permitió compartir con sus Hermanos toda la experiencia ganada en el ejercicio de los ministerios anteriores.
Su vocación de servicio, su apertura y generosidad le llevaron a ser electo visitador del Distrito México Sur en el período de septiembre de 1972 a junio de 1978, y para el período 1999-2001, regresó a La Salle Benavente para dirigir la Escuela Primaria, donde tuvo la ocasión de reencontrarse con exalumnos que ahora eran padres de sus nuevos alumnos. El recuerdo que en aquéllos dejó le refrendó no sólo la solidez de su vocación formadora, sino que renovó su espíritu de entrega a las nuevas generaciones.
Una vez más, su entrega a la docencia le permitió llegar a desempeñar el cargo de Presidente de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares.
En las funciones de Administrador Distrital, de las que se ocupó entre 2001 y 2009, reencontró ese otro perfil de organizador que desde muy joven había cultivado.
En 2005, en el marco del 5° Foro de Maestros lasallistas, recibió merecido homenaje por parte de la comunidad ULSA por su brillante trayectoria
Su regreso a la Universidad La Salle, en 2009, le permitió nuevamente departir su experiencia, ahora con el continuo contacto con las demás sedes universitarias, a la vez que con atingencia condujo la comunidad de los Hermanos hasta 2011, año en que ha regresado a la Casa Central para continuar con su incansable labor de guía y ejemplo de servicio.
Su calidad humana, su entrega, su capacidad de organización, su profunda vocación de servicio, su amor al ser humano y su fidelidad a los ideales del educador de Reims son resultado de alguien cuyas enseñanzas a través de una vida de entrega se quedarán en el recuerdo y se imprimirán en el corazón.